viernes, 22 de noviembre de 2013

Perigeo lunar: El libro imperecedero~ [Segunda página]

Ah~ continúo durmiendo. Continúa el sueño.

--o--

Un mundo que recorre a pie, solo, sin direcciones ni tiempo. Solo un mundo.
En este no hay nada que no conozca, pero tampoco hay mucho que conocer. Así es como se ve, simple y vacío. Ahora con muchas estrellas.
El camino se vuelve angosto y parece incompleto. Y solo tiene consigo un cuaderno al que no se le acaban las hojas. Eso y aquella persona que siempre vuelve pero que no se percataba de aquel mundo.
Era extraño, porque todos caminaban dormidos, y al mismo tiempo, era normal que lo hicieran.

Un largo tiempo pasó, hasta que la doncella despertara. Pero prefirió seguir durmiendo, aquello, no le interesaba en lo más mínimo. "Una pena" pensó pero se negó a rendirse.
De un momento a otro, se dio cuenta de que caminaba solo. Siempre lo había hecho pero esta vez "solo", tenía un significado. 
Su pecho se cerraba y apenas podía respirar. Su cuerpo ahora pesaba cuando siempre había vivido en un mundo donde la gravedad era mucho menor.
Y el sonido del silencio se convirtió en su nombre. A donde fuera, lo escuchaba. 

Algo veía desaparecer. Y cuando tuvo la oportunidad habló. Nada más escuchar su voz le hacía ver aquel mundo más colorido. Y dibujó una constelación en su cuaderno. Y la constelación apareció en aquel cielo.
Escribía su nombre una y otra vez. Tendrá siempre un buen asiento mientras escribo. Tiene siempre una buena actitud, mujer especial. Y lo repetía. Tonta, sola, única, buena, así me emociona. Toda su ubicuidad blandida aquí, me enamora. Una y otra vez. Su cuaderno no se llenaría. Pero entonces el tiempo pasó y un tercer caminante llegó. Y fue todo muy confuso.

Hubo hace tiempo un mundo iluminado con magia, incalculablemente ámplio, lleno de ella. Sin sol. Con una luna que había aparecido cerca de su camino, y pintó en él, la locura que solo él podía contener. Había estrellas por todos lados. Y el silencio se transformó en eco de su risa.
Su camino se volvía claro y se hacía pedazos. Pero podía saltar muy lejos. Su camino solo era simbólico.
Y mientras ella se alejaba, él dejó de caminar, y pensó un momento. Y una corriente de aire vino desde atrás, dejandole un gusto nostálgico en el paladar, y llovía en sus ojos, pero no era real. Su alma quería expresar lo que sentía, pero él no la dejaba.
Mientras miraba el horizonte del infinito, sintió su mano agarrada a la de ella. No estaba mirando, pero aún así la veía. Juntos por un instante. Quiso atesorar eso por mucho tiempo, después de todo su tiempo no corría como el de los demás.
Sus orejas se volvieron físicas en aquel mundo. Y ya no sentía que le sostenía la mano. Su camino estaba unido al de ella, pero no intentó continuar, solo se dejó caer y desapareció en la oscuridad del abismo, en aquel mundo.

Su cuaderno quedó en aquel camino. Una persona que pasaba por allí lo vio y lo recogió. La luna brillaba en esa noche eterna. Y la sombra de aquella persona, no era de un humano. Al igual que la del dueño del cuaderno. Aquel cuaderno que no era más que un diario.
Leyó algunas páginas y esta persona con sombra de ardilla se dirigió al mundo que el cuaderno quería. Un nuevo mundo. Aquel en el que su dueño había caído.

--o--

-Nunca entendí del todo lo que el cuaderno me mostraba. El final era confuso, cómo es posible que aquello estuviera escrito luego de que el dueño se arrojara al vacío. Comprendí que el diario tenía vida propia y reflejaba los deseos de alguien más. 
Me hubiera gustado visitar ese mundo. 
Trascender a esta realidad, porque los lunarian vemos cosas más allá de lo que ven los mortales sin el don.

En ese momento, él mismo sintió su mano sujeta a la de alguien más. Y no estaba seguro de que significaba eso. 
La ardilla había entregado algo muy importante a aquel que puede cambiar la inevitabilidad. Ahora solo faltaba encontrarle un buen uso a su diario, su espejo y aquel pozo~







Lyrics:

Muy largo para escribir :vago: xD