lunes, 25 de noviembre de 2013

El sueño: viaje

Un sueño que no es un sueño. Una realidad que no es real.
Me he preguntado cuántas veces soñamos y cuántas veces viajamos a otros mundos. Nuestro espíritu. 
A veces recordamos, a veces simplemente exploramos. Exploramos lejanos lugares fuera de nuestro tiempo. Incluso de nuestro espacio. En algún universo diferente, donde las cosas salieron de otro modo.
Así me sentí hoy al despertar y recordar. No sentí que fuera un sueño, tenía algo especial.
Muchas veces me ha pasado, y por eso creo lo que creo, aunque no lo pueda demostrar.

Veía una imagen borrosa como si fuera la televisión. Mientras por mi lado estaba soñando otra cosa. De pronto siento una fuerte presión y me arrastra hasta aquella luz. Abro los ojos y veo que me estoy mudando solo, y siento todo el cuerpo pesado, y no puedo respirar. Cuando me reincorporo, me doy cuenta que llevaba una caja, que se me cayó al llegar allí de esa forma. No sabía que pasaba, era consciente de que eso era un sueño, pero al mismo tiempo no podía ser un sueño. Fui a levantar las piedras que se encontraban en el suelo y logré sentir esa textura, y el olor a tierra. El aire fresco. No era un sueño para mi, definitivamente no lo era.

Siento la presencia de ella, pero no estaba seguro de quién era. Así que salgo a recorrer, y encuentro un edificio blanco con amarillo. Miro a uno de los balcones y siento que puedo percibir las cosas, como si fuera uno con el lugar. Estoy en el balcón, detrás de unas cortinas blancas. Y siento que no puedo mover las cortinas porque no puedo tocarlas, pero sentía la textura de esas cortinas aferrándose a mi cara y mis manos. Era traslúcida y podía ver lo que pasaba adentro. Estaba ella bailando y sosteniendo un peluche de un león. Sentía que sabía que le gustaban los leones. Y era como si supiera que a su padre no le gustaba que bailara y actuara, pero igual se lo permitía. 
En un instante se percata de que estaba ahí. Traté de no moverme, pensando que no me vería, pero comenzó a dirigirse hacia la ventana, por lo que rápidamente decidí saltar y caer de nuevo. Aunque se sentía como si no me hubiera movido del piso. Como si mi espíritu cayera sobre mi cuerpo.
Sentía que tenía una reunión importante cerca, así que decidí ir a dónde "mis nuevos recuerdos" me decían que debía ir.

Alguien llega a la reunión. Era la reunión del grupo OST. Encontré a muchas personas conocidas y otras que no sabía quiénes eran, pero según lo que recordaba ahora, si. Era confuso y hacía que mi vista se nublara de vez en cuando. Como si recordara cosas de este mundo y de ese al mismo tiempo.
En ese mundo, nos no nos conocíamos. Era extraño conocerla y no conocerla al mismo tiempo. De nuevo me la realidad se alteraba y algo me quería arrastrar hacía algún lugar. Mi cuerpo se volvía pesado, como si no pudiera controlarlo.
De un momento a otro, alguien dice "Chicos, 'ella' nos invitó a actuar en su obra... vamos?". A lo que me emocioné internamente por hacer algo de su creación, pero al mismo tiempo sentía emoción por conocerla.
Nuevamente me asfixiaba y tuve que salir de aquel lugar. Ella estaba viniendo y tuve que salir antes de verla.

Afuera logré ver mi auto. Era igual, incluso misma patente. Y no podía creerlo. No quería creerlo. Las llaves estaban en mi bolsillo como de costumbre, así que me dirigí allá, pero en el momento de acercarme, los edificios empezaron a cambiar, y eran edificios que conocía acá, pero no ahí. Y el auto cambió. Ahora estaba cerca de una plazoleta. Donde suelo dejarlo normalmente. Y se convertía en mi barrio. Todo comenzaba a cambiar y pasó definitivamente. Sentía que la gravedad me jugaba una mala pasada. Mi cuerpo era de plomo y no podía respirar, en ese momento algo me arrancó de esa realidad y caí en mi cama. Literalmente caí en mi cama, como si estuviera flotando previamente. Pero no lo sabría jamás, porque desperté en el momento en que caí.

Se siente muy bien recorrer el multiverso, aún si no puedo comprobarlo de ninguna forma. Aún si no entiendo como funciona, suele suceder. Pero fue muy fuerte esta vez.

Evidentemente no quiero dar nombres, por eso escribo así. Ella es ella, y nadie más. 
Tengo hambre. y es un buen día. Ayer no lo fue~








domingo, 24 de noviembre de 2013

It sucks~





Escucha Luna, mi rabieta. Mi corazón grita amor y resuena en mi alma. Mi mente demente quiere escapar, a una realidad que no puedo alcanzar. No siento celos, no siento celos, NO SIENTO CELOS!
Siento náuseas. 
Mira Luna, mi actitud ante tanta adversidad. Mira y reclama mi alma cuando nada quede por hacer aquí. Mis sentidos están alborotados, mi egoísta corazón quiere y no puede ser satisfecho.
Desaparece, desaparece... DESAPARECE! fuera de mi pecho.

Vergüenza y decepción.
Lo mismo de siempre. Nadie quiere jugar con un juguete roto. Y creo mi mundo de aventura para no fallar. El tiempo pasará. Y pasará una eternidad. Atado a un destino en el abismo entre el odio y el amor. 
Náuseas nuevamente.
Duele algo en mi interior. Veo a mi otro yo tranquilo en una colina. Solo y con la brisa de la noche ondeando su pelo. La luz de la noche ilumina su rostro y el silencio lo acompaña. Esa imagen en mi cabeza me tranquiliza hasta que se rompe, y la realidad vuelca su asqueroso veneno. 
La realidad de saber, o creer saber como terminan las cosas. 
Atrapado en un remolino que nadie ve. Me mareo. 
¿Lo ves? Odio ser ignorado. Lo detesto y creen que no lo sé. Yo lo sé. No puedo evitar mirar en la vida de las personas porque no controlo eso. En la Tierra las cosas son distintas. En la Tierra... 
Porque te quiero no es suficiente para convencerte, y no es posible demostrártelo sin acercarme.
Recluido en soledad, sin derecho a reclamarte nada.


Ah~ que asco. Lo odiamos. No quiero escuchar palabras. Sonrío con locura mientras camino a través de un paisaje apocalíptico. Ya no importa. 
No me presten atención. Me puse de mal humor. Violeta eh... mátenme por favor~