martes, 22 de abril de 2014

Allá hay...

He visto una ciudad. En ella siempre es de noche y siempre hay luna llena.
Las luces de allí son increíbles y ambientan todo con misterio y un calor muy familiar. La gente está acostumbrada a las cosas anormales. Me ven volar y no dicen nada. Ni una mueca en sus caras se puede ver.
En la ciudad habitan personas que conozco en este mundo, y cada vez son más los que encuentro. 
Algunas veces visito lugares que se parecen a otros lugares del mundo real. Otras veces es imposible pensar que ellos pudieran existir. 
Allí la vida parece tranquila y vuela sin alas, mientras que aquí... aquí la vida camina y avanza rutinaria.
No me parece desconocida, y sin embargo nunca la había visto. Será porque existe cuando duermo, y desaparece el recuerdo cuando de nuevo me despierto.
En esa ciudad, la que he visto, estoy seguro que sonrío sin pensar en mis delirios y solo puedo encontrar paz al recorrer sus calles.
Cada tanto visito una casa, en la colina. Una pequeña mansión. Allí habita un vampiro, de pequeña estatura pero hermosa y con mucha clase. A veces conversamos, otras veces me ignora. Muchas veces se enoja conmigo, porque no consigo lo que ella quiere.
Otras veces encuentro más gente, que reconozco de aquí, como amigos o incluso dos diosas que no sé donde estarán, pero puedo hablarles sin vergüenza y sin temor, porque no es más que una visita a viejas amigas en su templo perdido.
Encontré en esta ciudad tan mía, un lago de aguas negras, que reflejaba el cielo nocturno. Que vista perfecta.
Preguntándome si podría volar sobre el agua, recorrí una calle, y la gente por primera vez se preguntaba, que locura tramaba. 
Al llegar al lago volando, me aterré y casi me detengo, pero salté y lo comprobé. Arriba del agua podía volar y me sentía bien. Tan bien que llegué al cielo y me pareció que podía tocarlo.
Así lo hice, y al intentarlo, el cielo era agua negra que reflejaba el verdadero cielo nocturno.
Mi ciudad está cubierta por incógnitas que voy resolviendo cada noche. Quiero volver e investigar. Quiero aprender más... sobre ese lugar.


*le late el corazón*
... (¿Qué te sucede?)
Me siento bien recordando ese lugar... (Es porque recorro ese lugar que puedes recordarlo)
Lo sé, me alivia que estemos juntos de nuevo (Nunca estuvimos separados... solo no veías la música, las ondas)
Las ondas... (*duerme*)
*duerme*

lunes, 21 de abril de 2014

Exactamente eso. Específicamente aquello. Irremediablemente esto.

Compartir la felicidad y el tiempo, es amar. 
Eso que se siente.
No es esperar que pase algo. Es HACER algo. 
Aquello que tiene que hacerse.
Impresiones falsas de la realidad, presentimientos reales de la surrealidad. 
Irremediablemente causan esto.


Inevitabilidad imperceptible. Suerte aparente.
Aquellos entes que se conocen porque así debía pasar.
Manipular las ondas no es saludable. Es mejor dejarlas fluir.
No obligues al corazón a entrar en razón. Ni razones lo que el corazón siente.
Mirar en sueños un futuro no es lo mismo que crearlo, vivirlo.
¿Y qué si deseaba todo eso que veía? ¿Y qué si lo deseo? ¿Y qué si lo voy a desear?



¿La gente Invisible puede desaparecer? (¿Puede?)
Tal vez sea lo mejor. (¿Para quién?) 
No lo sé, solo pensaba en voz alta. (Tal vez en otra vida... cuando la felicidad sea escasa, solo ahí, tal vez seas un buen juguete...)
No hay... lugar para juguetes rotos~ (¿No estabas feliz?)
... (Yo te puedo ayudar!)